Pensamiento
sistémico es una materia muy extraña. Durante este semestre he tenido diferentes
desafíos, pero ninguno se compara con
los retos que PS representa. Siento que comienzo a pensar más de lo que
debería, que me interesan cosas que desconocía y me preocupa, pues con cada
trabajo y taller que presento me doy cuenta de que aún me faltan muchas cosas
por aprender. Antes de ver pensamiento, los juegos me divertían y me relajaban,
pero nunca llegue a pensar que me podrían ayudar en la comprensión de un curso,
de hecho, antes de pensamiento pensaba muchas cosas, pero a medida que el curso
avanza, mi modelo mental cambia y eso me molesta, pues las cosas ya son tan
fáciles como eran antes, cuando solo consideraba un punto de vista, el mío. A
continuación describiré mi proceso de desarrollo, o al menos lo que he
percibido, pues siento que he aprendido más de lo que creo.
Antes de iniciar
este semestre, tenía un concepto de la ingeniería que me entusiasmaba para
seguir adelante con mi carrera, pero que no me convencía del todo. La
ingeniería para mí era un campo robusto y rígido, (como mi papa que por cierto
es ingeniero) y ese concepto me aburría un poco, pues llegue a pensar que eso
era todo lo que esta gran disciplina tenía para ofrecerme. Si lo pienso ahora, el
concepto que tenía era muy vago, pero mi decisión de “lanzarme de cara” a esta
carrera fue acertada, pues las cosas que he observado y he aprendido me han gustado.
Al empezar el semestre, habían varios aspectos que debía arreglar y otros que
no conocía, mis expectativas acerca de la carrera estaban abiertas e incluso
ahora, espero que las cosas que vengan en
semestres futuros me ilustren mejor.
Procesos y procedimientos,
la primera materia que de verdad sentí que me mostró cómo es ser un ingeniero
me encantó. Durante el curso conocí diversas herramientas industriales, visité
empresas e interactué con un campo importante de mi carrera que no conocía, pero
lo más importante para mí de toda esta experiencia fue que conocí muchas
falencias propias, en particular, el trabajo en equipo. Esta materia me mostró
lo que es la desesperación, pues trabajar con mis compañeros fue una tarea
sumamente compleja, algunos peculiares personajes del grupo nunca quisieron
trabajar, y con los que si querían tuve problemas por mi terquedad, peleábamos
como niños pequeños. Al final del curso logramos resolver nuestras diferencias
y le dimos una buena resolución. Esta experiencia de trabajo en equipo me
impactó, pues descubrí un campo en el que no era muy fuerte, debía mejorar.
El curso al
principio parecía difícil, y mientras fui avanzando en él, me di cuenta que
verdaderamente lo era. Como mencionaba antes, es un curso extraño, no se parece
a ninguna materia que haya visto antes. En algunas asignaturas como Cálculo
existen una serie de prerrequisitos explícitos. Para resolver una derivada,
debo saber multiplicar, sumar y dividir, para resolver una ecuación
diferencial, debo saber lo anterior más derivar e integrar, para pensamiento,
no existe un requerimiento explícito como tal, pero en mi opinión, el
prerrequisito de pensamiento sistémico es tener una mente abierta a nuevas
ideas, y este prerrequisito, como saber sumar es muy importante, no solo para un
curso.
Durante
pensamiento me encontré nuevamente con un viejo enemigo, el trabajo en equipo.
Al iniciar el curso me asusté, pues pensé que iba a pasar por lo mismo que pasé
en procesos, un grupo dividido en donde solo unos pocos trabajamos y los otros
nunca aparecían, pero fue diferente (al
parecer mis nuevos compañeros tuvieron experiencias similares en procesos) y
hasta ahora todo ha marchado sobre ruedas, no hemos tenido problemas y hemos
trabajado muy bien. El modelo de la clase es muy extraño. Los videos, los blogs
y los videojuegos son cosas que para mí eran en cierta medida ajenas al estudio
(los videojuegos más que todo) y después de pasar por lo que he pasado me he
dado cuenta de que el aprendizaje no es lo que yo creía, que el trabajo en
equipo no es como yo creía y que la ingeniería no es como yo creía.
El concepto de
ingeniería que tenía ha cambiado por completo. Para mí, la ingeniería ahora no
es rígida, sino todo lo contrario, es flexible. Como ingeniero espero tener una visión más elástica de los
problemas, no verlos solo desde mis ojos, sino desde múltiples perspectivas.
Con pensamiento he despertado un nuevo interés hacia mi carrera, cosa que antes no conseguía, pues para mi era una tarea dura
y tediosa que siempre dejaba para después y terminaba sin hacer nada.
Pensamiento también es una materia que me ha obligado a trabajar, a leer y a
generar nuevas habilidades para darle solución a algunos trabajos (habilidades
como el trabajo en equipo). Esta materia me ha sacado de mi zona cómoda, pues
he tenido que hacer nuevas cosas como grabarme, crear un blog, leer sobre la
gerencia de operaciones y otras cosas que, de no haberlas hecho ahora
probablemente me faltaría mucho tiempo para conocerlas como lo hago ahora.
En pensamiento he aprendido nuevas
herramientas, entre ellas quiero resaltar a los infográficos,
los arquetipos, el zooming y las cavernas de las ideas. Las tres primeras
herramientas que mencioné las utilizaré mucho para resolver problemas prácticos
que se me presenten, para recrear situaciones de la vida real y entender mejor
su complejidad. Gracias a esas todas esas herramientas que mencioné antes
siento que ahora, las relaciones que, a simple vista no parecen evidentes son
muy importantes y de ahora en adelante, las tendré presentes. Esta no será una
tarea fácil, pero ya he comenzado a aplicar algunas herramientas como los
arquetipos en aspectos de mi vida ajenos a esta materia, como la guitarra. La
última herramienta que nombré, la caverna de las ideas, me dio una perspectiva
diferente de las cosas. A esta herramienta la mencioné de última porque me
parece que fue la que cambió mi forma de ver las cosas en una mayor medida,
esta idea de la caverna me dio una nueva perspectiva de las cosas y (aunque
parezca irónico) me motivó a pensar
diferente.
El juego de Rise
al principio me pareció raro y aburrido, no lograba hacer gran cosa y no
entendía ningún principio estratégico para jugar. Durante las tutorías comencé
a entender un poco más acerca de los edificios, las unidades y las maravillas y
me fui interesando más, pero aún no lograba entender bien la jugabilidad ni
cómo o por qué los jugadores experimentados hacían ciertas cosas. El tiempo
comenzó a avanzar y mi experiencia creció con el, ya le daba nivel a mis compañeros,
pero seguía sin entender muchas acciones que yo mismo realizaba, actuaba casi
por inercia y todas las jugadas que realizaba eran automáticas, copiaba lo que
hacían los mejores jugadores y eso era todo. La cosa fue cambiando y me empecé
a interesar más por el por qué de las acciones hasta que finalmente, con ayuda
del profesor Andrés Calderón logré entender el juego. Mi desarrollo en este
punto creció exponencialmente, pues ya era capaz de hacer cosas por mi mismo,
pero aún no lograba ver claramente la relación entre la materia y el
videojuego.
No sería sino
hasta hace pocas semanas, por medio de una tarea que Andrés López dejó acerca
de los arquetipos y a los talleres que Andrés Calderón comenzó a realizar que
comprendería la relación del curso con el juego, ¡había estado utilizando las
herramientas sistémicas todo este tiempo y sin darme cuenta! No necesitaba más
que plasmar mi primer arquetipo sobre el juego para ver con claridad cómo es
que estaba jugando, todas las acciones que realizaba tenían un propósito
específico y seguían una serie de patrones, incluso comencé a ver la diferencia
existente entre mi forma de jugar y la de otros con mayor claridad, por fin
sabía lo que estaba haciendo y podía dar razón de ello sin problema. Cuando me
di cuenta de lo que sucedía quede impresionado, pues tuve una nueva perspectiva
de las herramientas sistémicas que he aprendido hasta ahora, una visión real.
Es muy probable que no veamos las relaciones existentes o los ciclos tan
fácilmente, pintados en un tablero como lo hace el profesor en la clase, sino
que es necesario darle unas cuantas vueltas al asunto e involucrarse realmente
para descubrir lo que esta pasando y poder verlo con claridad para luego
plasmarlo y verlo como lo haría un ingeniero, desde arriba.
Durante la
clase, claramente he experimentado nuevas cosas, mi concepto de la ingeniería
ha dado un giro completo, he tenido nuevos desafíos y nuevas experiencias y me
ha gustado a pesar del duro trabajo que han significado estos últimos 3 meses.
Es un poco molesto mirar atrás y ver las cosas que he dejado, pues me recuerdan
un pasado más cómodo, pero a la vez es bueno saber que logré salir de ahí y tuve
nuevas experiencias. Me entristece un poco saber que pronto el curso concluirá,
pues siento que me faltan muchas cosas por conocer y a pesar de que he
aprendido mucho y que ahora veo las cosas desde una nueva perspectiva me
resulta inevitable sentir frustración, pues no puedo cambiar mi modo de actuar tan
rápido como quisiera.
Es un gran curso
el que ya voy dejando atrás, me deja nuevos retos y nuevas expectativas acerca
de mi carrera. Seguramente nuevas problemáticas vendrán, pero me alegra saber
que ahora tengo a los arquetipos, los infográficos y el zooming de mi lado, que
el trabajo en equipo ya no es un enemigo y finalmente me alegra saber que puedo
esperar más, que puedo soñar y hacer esos sueños realidad. Espero que lo que
esta por venir sea igual o mejor a lo que experimenté en el curso, en verdad me
siento mal por algunos compañeros que consideran esta materia como de relleno,
pero que se le va a hacer, cada uno experimenta las cosas desde su punto de
vista. Finalmente, puedo concluir que el
curso no es algo pasajero, todos los días estoy inmerso en diferentes ciclos que
interactúan entre sí constantemente, por eso mismo es importante conocer esas
relaciones y utilizarlas para sacarles el mayor provecho de ser el caso y
encontrar soluciones a problemas de manera continua, profunda y creativa.
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